La brujería es un método mágico que se ha practicado en todos los países y en muchas culturas durante siglos. Los que realizan brujería se clasifican en diferentes títulos, como brujas, sacerdotes, curanderos y chamanes.
El miedo a la brujería se manifiesta claramente en la cultura occidental en 1400, cuando algunas de las brujas fueron perseguidas por primera vez en Europa.
A pesar de las variaciones en las prácticas y costumbres, muchos suelen pensar en la brujería como un medio para causar daño a los demás. Históricamente, las brujas eran consideradas miembros de la fuerza malvada antirreligiosa y podían conspirar con el demonio. Es por eso que fueron tratados como una amenaza peligrosa para la comunidad.
¿Qué hacen realmente las brujas?
Siempre han sido descritos como creadores de magia que pueden ayudar a la gente común a lograr deseos extraordinarios. No tener un método específico; de hecho, utilizan varias formas de aportar cambios e influencias a un evento, desde el folclore y la superstición hasta la práctica natural.
Sin embargo, las cosas parecían empeorar para las antiguas religiones paganas cuando el cristianismo se convirtió en el principal en Europa. Aunque la práctica de hacer magia aún sobrevivió, muchos rumores negativos sobre ella aparecieron gradualmente en el público. La gente estaba convencida de que la brujería estaba asociada con el demonio y que su poder podía dañar al humano brutalmente.
Durante 300 años, cientos de miles de brujas fueron ejecutadas, torturadas y asesinadas. Las víctimas de esos ataques fueron principalmente mujeres solteras o viudas, ya que vivían solas, por lo que fue fácil capturarlas. Hubo muchas circunstancias en las que se convirtieron en el objetivo no porque fueran brujas sino porque otros querían sus activos.
Una bruja típica usaba plantas y tradiciones folclóricas para hacer remedios curativos para enfermedades incurables.
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